APARATO URINARIO

Por medio del aparato circulatorio, las células reciben el oxígeno procedente de los pulmones y los nutrientes resultantes de la digestión de los alimentos, con los que realizan las funciones propias de su metabolismo y, como resultado, liberan una serie de sustancias de desecho, por ejemplo, agua, urea o dióxido de carbono, que deben ser expulsadas del organismo. Esto se realiza desde las células a la sangre, que las transporta a los riñones, órganos que filtran y depuran la sangre, con lo que el aparato urinario cumple su principal función de excreción de la orina.
ANATOMÍA Y ESTRUCTURA DE LOS ÓRGANOS EXCRETORES
El aparato urinario está compuesto por los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la uretra. Este sistema se relaciona en su recorrido con diversos órganos, por ejemplo, las glándulas suprarrenales y las glándulas y órganos sexuales masculinos, que vierten sus secreciones en el conducto uretral para su expulsión al exterior durante la eyaculación.
 LOS RIÑONES
Los riñones son dos órganos, uno derecho y otro izquierdo, situados a ambos lados de la columna vertebral, a la altura de las últimas vértebras dorsales y las primeras lumbares.
El riñón derecho está colocado algo más bajo que el izquierdo y ambos se localizan en la cavidad abdominal, detrás del peritoneo y protegidos por las últimas costillas, la grasa perirrenal y los potentes músculos que descienden a lo largo de la columna vertebral (músculos paravertebrales). Por delante, se relacionan con la cara posterior del estómago y las asas intestinales.
Los riñones tiene forma de habichuela que mira hacia la línea media vertical del cuerpo, reciben la arteria renal, procedente directamente de la arteria aorta, y de ellos sale la vena renal, que va a la vena cava. Se encuentran rodeados por una acumulación muy importante de grasa (grasa perirrenal) y una membrana fibrosa que les ofrecen protección.
En la estructura interna de los riñones se distinguen tres zonas:
• Una zona exterior oscura, de aspecto granuloso, denominada corteza renal.
• Una zona central de color más claro, llamada médula renal.
• Una zona interior de color blanquecino, formada por unas cavidades, llamadas cálices renales, que recogen la orina y confluyen en un espacio mayor, la pelvis renal, en la cual se originan los uréteres.
En los riñones penetra una arteria renal que se divide varias veces hasta formar unos diminutos vasos capilares que dan origen a la formación de pequeñas estructuras filtrantes, denominadas nefronas, que son las auténticas unidades estructurales y funcionales de los riñones.
La nefrona se forma sucesivamente por una agrupación de capilares que constituyen un ovillo, rodeados por una cápsula (cápsula de Bowman). 
Estos capilares desembocan en un tubo que recoge la orina que ellos han filtrado: el glomérulo. Los glomérulos se agrupan en estructuras que, cuando se observa el interior de un riñón a simple vista, tienen el aspecto de pirámides invertidas: la parte externa corresponde a la corteza renal y la interna a la médula renal. Los glomérulos se continúan con una serie de tubos (túbulos renales), por los que circula la orina y se realizan procesos de absorción, transporte y excreción de sustancias, sobre todo agua y sales minerales: túbulo contorneado proximal, asa de Henle, túbulo contorneado distal y túbulo colector de orina.
Los túbulos colectores desembocan en los cálices y la pelvis renal, desde donde la orina pasa por los uréteres hasta la vejiga urinaria.
 URÉTERES
En la zona interna de los riñones se encuentran los cálices renales, que se reúnen en la pelvis renal, que se va estrechando hasta formar los uréteres. 
Cada uréter es un tubo cilíndrico de unos 5 a 6 mm de diámetro y de 26 a 30 cm de longitud, que se extiende desde cada riñón hasta la vejiga urinaria, descendiendo por la parte posterior del abdomen, hasta llegar a la vejiga, situada en el interior de la pelvis ósea.
 VEJIGA URINARIA

Es un órgano hueco muscular y membranoso destinado a recoger y almacenar la orina que llega desde los riñones a través de los uréteres y expulsarla al exterior, hacia la uretra.
Está situada detrás de la sínfisis del pubis; en la mujer, delante de la vagina, en el hombre, delante del recto.
En su interior existe una zona triangular delimitada por los dos orificios de entrada de los uréteres y el orificio de salida de la uretra, que se denomina trígono vesical.
La salida hacia la uretra está rodeada por fibras musculares que constituyen el esfínter vesical, que permite controlar la micción de manera voluntaria.


URETRA
La uretra es el conducto a través del cual la orina, después de una estancia más o menos prolongada en la vejiga, es expulsada al exterior. 
La situación, longitud y relaciones de la uretra son distintas en el hombre y la mujer:
• En el hombre tiene unos 20 cm de longitud y discurre, inmediatamente después de la salida de la vejiga urinaria, por el interior de una glándula llamada próstata, que vierte sus secreciones al interior de la uretra, junto con las procedentes de los testículos y las vesículas seminales. La micción y la emisión de semen comparten el mismo conducto de salida, la uretra. Por último, la uretra, que está rodeada por los cuerpos esponjosos y cavernosos del pene, se prolonga hasta el meato urinario, situado en el extremo del pene (glande).
• En la mujer tiene sólo 4 o 5 cm y desciende recta hasta desembocar en la vulva, justo encima y delante del orificio de entrada a la vagina.
CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES
Los riñones filtran la sangre y eliminan de ella los productos de desecho para formar la orina. De esta forma, regulan el medio interno y mantienen el equilibrio entre el líquido y las sustancias disueltas en la sangre, controlando además su grado de acidez.
La orina formada en los riñones desciende por los uréteres hasta la vejiga urinaria, donde se almacena hasta el momento de la micción, cuando es expulsada al exterior a través de la uretra.
 FISIOLOGÍA RENAL Y URINARIA

Los riñones filtran unos 175 litros de sangre al día, y cada día se forma entre uno y 1,5 litros de orina. En los riñones se llevan a cabo dos procesos diferentes, en zonas distintas de la nefrona: el filtrado y la reabsorción.
Todos los componentes de la sangre se filtran en el glomérulo de la nefrona, excepto las células y las proteínas, debido a su gran volumen, luego, en los túbulos, se lleva a cabo la reabsorción de algunas de las sustancias que se han filtrado, por ejemplo, agua, electrólitos, ácidos grasos, hormonas, algunas vitaminas y glucosa, que de esta manera se recuperan. El proceso de reabsorción se realiza en la denominada asa de Henle, a la vez que se eliminan sustancias tóxicas, por ejemplo, residuos nitrogenados procedentes del metabolismo de las proteínas. A veces también se vierten activamente a la orina algunos electrólitos.
Justo por encima de ambos riñones se encuentran las glándulas suprarrenales, dos órganos endocrinos con importantes funciones hormonales en el control del metabolismo general del organismo.
Una vez formada la orina, ésta se acumula en la vejiga urinaria hasta alcanzar un determinado volumen, que depende de su capacidad (está condicionada por la edad).
Al llegar a una determinada presión interior, mediante un reflejo nervioso se desencadena la sensación de ganas de orinar. Durante los dos primeros años de la infancia la emisión de orina (micción) es involuntaria, pero después, coincidiendo con la maduración del sistema nervioso, es posible controlarla de manera consciente y voluntaria, tanto para retener la orina como para expulsarla. Cuando se abre el esfínter urinario, la orina fluye al exterior a través de la uretra, cuyo orificio externo se denomina meato urinario.
La orina está formada por más del 95 % de agua, el 2 % de sales minerales (cloruros, fosfatos, sulfatos y sales amoniacales) y el 3 % de sustancias orgánicas (urea, ácido úrico y creatinina). Además puede contener algunas células procedentes de la membrana mucosa que tapiza el aparato urinario y las sustancias tóxicas que se excretan por filtración en los riñones.



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